Nadar y guardar la ropa
Qué duda cabe que a todos nos gusta que el Cartagena golee y nos encandile con su juego. Los dos últimos partidos en casa son sin duda, en este sentido, para enmarcar. Sin embargo, tras los últimos resultados (hablamos de fuera del Estadio Cartagonova), ya se empiezan a escuchar voces de preocupación entre muchos aficionados. (sigue)
Y es que cuando uno se pone a revisar las estadísticas, comprueba que este Cartagena tiene serios problemas para aguantar un resultado a favor. Ocurrió en Copa con la Segoviana, donde Mariano Sánchez adelantó a los albinegros para luego ver como la Gimnástica remontaba en quince minutos "malos" del Cartagena. Ocurrió en Jaén, donde tras una primera mitad en la que el Cartagena fue ampliamente superior y podía haber machacado a un rival que tenía a su propio público en contra, se desperdició la ventaja (e incluso se pudo perder) en un segundo tiempo bastante discreto. En el Puerto de Santa María, más de lo mismo; gol de Lafuente que nos pone el partido de cara, y pájara departamental que le da la victoria al equipo rojillo. Hay que recordar, además, que en Ecija, tras ponernos 0-2 en el marcador, se acabó pidiendo la hora para acabar con 2-3 en el luminoso.
En fín, que no digo yo que haya por qué ponerse nervioso. Pero está claro que llueve sobre mojado en este sentido, pues todos recordamos cómo se perdió la eliminatoria contra el Vecindario el año pasado, y los serios problemas que tenía también el cuadro dirigido entoces por Juan Ignacio Martínez, para pegar el cerrojazo y echar la llave al río; algo que se antoja imprescindible para salir de esta categoría donde las florituras brillan por su ausencia.
La diferencia es que mientras JIM tenía fama de técnico atacante, todo corazón, David Amaral llegó a Cartagena con la vitola de entrenador conservador y con la cabeza fría. Al final el resultado está siendo el mismo (incluso con Amaral se golea). Supongo que todo esto tiene una explicación; y es que el técnico chicharrero ha hecho concesiones a la hora de llegar a Cartagena, y no ha querido imponer del todo una filosofía de juego que rechina bastante cuando uno se fija en los nombres de la plantilla del Efesé.
El Cartagena tendrá que encontrar poco a poco su equilibrio. Está claro que en casa hay que seguir igual. Cuando se viaja tampoco parece que haya que cambiar muchas cosas, pero hay que aprender a sufrir y manejar mejor el partido pese al empuje del rival.
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