Partido de esos que hacen afición y dan confianza de cara al futuro. El Cartagena ofreció ayer a sus seguidores una victoria épica fraguada en los últimos compases del encuentro, que vino a demostrar que este equipo es algo más que un puñado de buenos jugadores. Tras las dudas surgidas en el juego después de la marcha de Amaral, ahora resulta que, uno; la derrota que disparó las alarmas frente al Cerro Reyes tampoco era para rasgarse las vestiduras visto lo que está logrando el equipo pacense en esta segunda vuelta. Y dos; que casi sin darnos cuenta el Cartagena lleva 9 puntos de 9 posibles desde la llegada de Montes y ha vuelto definitivamente, y gracias a la segunda parte de ayer, a la senda del buen juego y las ocasiones que desde hace tiempo vienen caracterizando y perfilando al Efesé como uno de los equipos más intratables de la categoría.

Y es que, por si alguien no se ha dado cuenta aún, lo mejor de este equipo no son sus cualidades técnicas (que las tiene), ni su velocidad (que también la tiene) ni su mejorada defensa (algo que nadie puede dudar). No, lo mejor de este equipo es que se deja la piel en el campo en cada partido; que sus jugadores son, hasta la saciedad, incansables en la entrega o el sacrificio y que, en definitiva, cuando dicen de ir para arriba (cosa que no hicieron en la primera mitad y que Montes debería plantearse que sucediera desde el principio), el rival se las ve y se las desea para lidiar con unas embestidas que acaban traduciéndose en cornadas (deportivas) y en puntos para un zurrón que ya acumula la nada despreciable cifra de 43. Todo ello sustentando, y hay que decirlo ya, en esa excepcional condición física con la que, gracias al trabajo de Fran Albert, el Cartagena llega al minuto 90 de cada partido a tope.

Ahí estuvo Carmona , que se partió la cara (en el sentido más literal de la palabra) cuando lo fácil era esconderse en ese balón dividido que acabó con la bota de un jugador del Ecija en el ojo izquierdo del joven jugador blanquinegro. O el generoso Teo, que llegó una y otra vez por banda derecha pese a que era el día de su reaparición tras una lesión con la que convenía no forzar. Qué decir de Chito, todo entrega y pundonor, al que un par de recuperaciones corriendo hacia campo propio le valieron el aplauso y el reconocimiento de la grada. A nadie puede pasar desapercibido el buen momento del siempre incansable Leo, que se bate el cobre de manera espectacular ante los rivales siempre dando la cara. Por no hablar de ese Sívori al que la recuperación de su antigua posición de media punta ha reconciliado de manera tan oportuna con el Gol... También fue el partido del debú, que invita al optimismo, del joven Oscar Rico ante los aficionados.

Por lo demás, durante el partido de ayer frente al Ecija, tuve en ocasiones la sensación (no sé si os pasó lo mismo) de estar reviviendo el encuentro frente al Vecindario que nos apeó del camino a Segunda División A el año pasado. Como aquel desgraciado día, el rival se adelantó en una jugada aislada al filo del descanso (gol psicológico le llaman) e hizo lo indecible para perder tiempo durante la segunda mitad. Al igual que entonces, vimos a un Cartagena volcado en el campo rival que falló ocasiones clamorosas al tiempo que se diluía la esperanza de conseguir ese gol que parecía no llegar nunca. También ayer tuvimos a un portero, Luque, especialmente afortunado en sus intervenciones e igualmente hábil a la hora de arañar segundos al cronómetro. Esta vez, sin embargo, la fortuna nos sonrió y, cuando el equipo de Rivera saboreaba ya las mieles del triunfo, el Santi Lampón del Ecija dejó un "regalito" en área pequeña para que Sívori (agradecido y caballeroso como es él) no lo rechazara y empujara el balón al fondo de las mallas. Un gol que abrió el camino a una victoria merecida, que se firmaría momentos después, al culminar Molist una jugada iniciada por él mismo en la frontal del área rival y fusilar por segunda vez en dos minutos al desconcertado guardameta astigitano. Delirio en el Cartagonova. Aún pudo llegar un tercer tanto en el descuento cuando Sívori se internó de nuevo en el área, se deshizo de un defensor, y finalmente cruzó demasiado el balón ante la salida de Luque. Increíble.

Y como colofón un emotivo final en el que los jugadores agradecieron el apoyo del público de manera especialmente efusiva y entusiasta (como a mí me gusta) y la consolidación en la parte alta de la tabla, a rebufo del Córdoba, y a la espera de marchar a Villanueva la próxima semana. Aunque hay que ir paso a paso y pensar exclusivamente en ese partido, es inevitable que algunos aficionados miremos de reojo a los dos siguientes encuentros en casa frente a rivales directos (Jaen y Portuense) en los que, personalmente, y de ganar ambos, creo que se puede conseguir medio billete para los play off.

Video del Partido (Pulsad Play)

El video, como siempre es cortesía de Xeon. Gracias.