Increíble pero cierto. El Efesé depende sí mismo tras la derrota del Córdoba en casa frente al hermano Melilla por 1-2. Muchos aficionados han sido los que han seguido el devenir del encuentro a través de internet. Hemos sufrido como si jugara el propio Efesé pero qué grande es este deporte. Un Córdoba que no había perdido en su feudo en toda la temporada va y lo hace hoy para regocijo de todos los aficionados blanquinegros, especialmente esos que a estas horas están casi cogiendo el autobús rumbo a la tierra de los conquistadores.

Ahora sí que está en nuestras manos. Independientemente del resultado del Portuense en Málaga, y toda vez que en la próxima (y última jornada) se enfrentan Portuense y Córdoba, una victoria del Cartagena en Almendralejo le daría la llave de la clasificación. No hay nada conseguido. Hay que ganar mañana al Extremadura y el próximo domingo al Ceuta. Pero al menos sabemos que ya no dependemos de nadie más. La fortuna nos ha sonreído.