Si uno se pone a repasar las barbaridades que suelta el botarate del Presidente por esa bocaza, indigna de representarnos, corre el riesgo de no acabar nunca. De hecho creo que se le ha sacado muy poco jugo a la entrevista del otro día en La Verdad. Repasándola, otra de las injusticias más flagrantes de las que me doy cuenta es el tema de Roberto Rodríguez. Desde luego, si había alguna posibilidad de que se quedara, ahora ya me parece imposible, sabiendo quien toma las decisiones técnicas en el FC Cartagena y su opinión acerca del futbolista.

No quiero pensar cómo se puede sentir Roberto, al que no tengo el gusto de conocer. Pero digo yo que será una persona, como todos los demás, y que le dolerá que se cuestione su preparación y profesionalidad. Los aficionados, más preocupados de los nuevos fichajes y de ilusionarse con la nueva temporada, olvidan muchas veces que hay gente que ha vestido esta camiseta, que se merece nuestro cariño y, sobre todo, nuestro respeto. Animo Roberto.