La Nueva Condomina hace el ridículo
Algunos dirán que es un titular sensacionalista. Es posible. Pero desde luego no lo es menos que los titulares de la prensa capitalina que hablan del éxito de la visita de la selección española a "Samperville", del colorido y de las colas en las autovías.
Digan lo que digan es un hecho que el césped impracticable de la Nueva Condomina afeó el espectáculo hasta límites insospechados. Argentinos y españoles no jugaron a otra cosa que al fútbol-huerta (disciplina que parece dársenos mejor que el fútbol "a secas"). Tanto es así que no se habla de otra cosa que de la lesión de Maxi Rodríguez y las consecuencias para el Atlético de Madrid (algo que ha puesto de actualidad el tema de los Seguros cuando los jugadores juegan con la selección nacional de su país).
Pero bueno, Villar, Samper y compañía tienen el tenderete así montado. Tanto a uno como al otro les da igual la lesión de Maxi, al igual que la imagen tercermundista de la capital de esta bendita Región.
Digan lo que digan es un hecho que el césped impracticable de la Nueva Condomina afeó el espectáculo hasta límites insospechados. Argentinos y españoles no jugaron a otra cosa que al fútbol-huerta (disciplina que parece dársenos mejor que el fútbol "a secas"). Tanto es así que no se habla de otra cosa que de la lesión de Maxi Rodríguez y las consecuencias para el Atlético de Madrid (algo que ha puesto de actualidad el tema de los Seguros cuando los jugadores juegan con la selección nacional de su país).
Pero bueno, Villar, Samper y compañía tienen el tenderete así montado. Tanto a uno como al otro les da igual la lesión de Maxi, al igual que la imagen tercermundista de la capital de esta bendita Región.
Además, y no es por hacer sangre contra los "pobreticos" murcianos (que bastante les están dando ya en la prensa nacional), lo que más me fastidia es que perdieron una oportunidad única de ser la voz de España entera clamando contra la Federación y un Villar que estaba en el palco. Prefirieron el bocata de anchoas y el jolgorio. Una pena.