Empanada y derrota
El Efesé encajó 3 goles en los primeros 8 minutos frente a un equipo sin entrenador, que acabó con 9 (los nuestros también pero se disfrutó de superioridad numérica muchos minutos) y que marchaba en retirada tras sus últimos resultados. Suficiente para firmar su segunda derrota de la temporada pese a la lección de pundonor que se dió en la segunda mitad. Además el Cartagena perdió como hubiera previsto cualquier guionista de medio pelo; con fallos garrafales de la defensa y del portero. A estas alturas la pregunta es cómo repartimos la culpas y si merece la pena abrir la caja de unas críticas que no está muy claro si beneficiarán o perjudicarán a la estabilidad del propio vestuario.
Lo mejor será ser prudente aunque procede cierto toque de atención. Al fín y al cabo, el partido pintaba para la goleada y sólo la colaboración del árbitro (expulsión rigurosa de un jugador del Marbella y penalty a favor del Cartagena) y el propio Marbella (con su gol en propia meta) impidieron un desastre aún mayor. Está claro que la forma de jugar de este Cartagena vuelve a ofrecer serias dudas, sobre todo para quienes opinamos que tras el trabajo de Juan Ignacio el año pasado, lo que está haciendo Amaral es complicarse innecesariamente la vida inventando la pólvora cuando ya lo tenía todo hecho. En fín, él confía en su sistema y por el momento, nosotros debemos confiar en él. A Amaral aún le queda bastante crédito aunque habrá que ver como sigue respondiendo el equipo ante rivales de cierta enjundia.
Sí me preocupa el bajo rendimiento de gente que incluso se ha atrevido a afear la forma de jugar del entrenador públicamente. Si el rendimiento de un jugador es bajo, hay que poner al compañero que está mejor (igual que si fuera al revés); si encima ese jugador cuestiona sin remilgos los métodos de su entrenador no sé que más excusas se necesitan.
A ver si pasa pronto la semana y se recupere la confianza con una victoria frente al Melilla, con defensa hiperadelantada y todo. Los aficionados a arropar a este equipo y a criticar algo menos, que además de los lesionados, tendremos las bajas de Sabino y Sívori y habrá que apoyar a los que salgan. Esperemos que Molist (que hoy ha marcado su séptimo gol) entrene con cuidado porque si no...
Lo mejor será ser prudente aunque procede cierto toque de atención. Al fín y al cabo, el partido pintaba para la goleada y sólo la colaboración del árbitro (expulsión rigurosa de un jugador del Marbella y penalty a favor del Cartagena) y el propio Marbella (con su gol en propia meta) impidieron un desastre aún mayor. Está claro que la forma de jugar de este Cartagena vuelve a ofrecer serias dudas, sobre todo para quienes opinamos que tras el trabajo de Juan Ignacio el año pasado, lo que está haciendo Amaral es complicarse innecesariamente la vida inventando la pólvora cuando ya lo tenía todo hecho. En fín, él confía en su sistema y por el momento, nosotros debemos confiar en él. A Amaral aún le queda bastante crédito aunque habrá que ver como sigue respondiendo el equipo ante rivales de cierta enjundia.
Sí me preocupa el bajo rendimiento de gente que incluso se ha atrevido a afear la forma de jugar del entrenador públicamente. Si el rendimiento de un jugador es bajo, hay que poner al compañero que está mejor (igual que si fuera al revés); si encima ese jugador cuestiona sin remilgos los métodos de su entrenador no sé que más excusas se necesitan.
A ver si pasa pronto la semana y se recupere la confianza con una victoria frente al Melilla, con defensa hiperadelantada y todo. Los aficionados a arropar a este equipo y a criticar algo menos, que además de los lesionados, tendremos las bajas de Sabino y Sívori y habrá que apoyar a los que salgan. Esperemos que Molist (que hoy ha marcado su séptimo gol) entrene con cuidado porque si no...