¿Qué está pasando en el seno del Cartagena? ¿Qué suerte de intrigas palaciegas protagonizan Paco Gómez y Torrecilla mientras ponen en jaque la ilusión de la maltrecha afición de Cartagena? ¿Quién miente? ¿Quién nos toma el pelo al son de los goles (golazos) de Marco o las internadas de Chito?

El primero, es evidente, Torrecilla. Sus “motivos personales” para dejar el club enrojecen de vergüenza ajena hasta las mejillas del más lego en esto del balompié. Una vez más, como el que se fue en julio y ahora pasa frío en Alcoy, nos toman por tontos (primera persona del plural que hace referencia a los aficionados blanquinegros) para irse con la música a otra parte; dicen que a Salamanca.

Aquí la cuestión es que se ha roto el compromiso. Sí, ese compromiso no escrito que decía que hasta junio nadie iba a mover ficha por el bien del club, a sabiendas de que este puede ser el último año de Paco Gómez en nuestra ciudad. ¿Quién lo ha roto? Pues algunos dirán que el propio Presidente yéndose de pesca por el norte de España a la búsqueda de ejemplares varados en pleno río, más suculentos quizás que un Cartagena supuestamente exprimido durante estos cuatro años, y que poco más puede dar de sí.

Otros dirán que Montes Torrecilla es quien ha roto el compromiso al coquetear con el Salamanca (el equipo de su tierra) de cara a una futura incorporación que habría puesto en guardia a un Paco Gómez receloso y temperamental hasta la saciedad que ha seguido cada uno de los movimientos del salmantino con especial suspicacia. En particular el fichaje de Abel, de quien se ha llegado a decir que Torrecilla habría colocado en el Cartagena a sabiendas de que estaba lesionado para hacer un favor a su futuro equipo liberándolo de la pesada carga de un jugador conflictivo que para colmo no está en condiciones de jugar.

Yo no sé, pero lo cierto es que las gilipolleces de unos y otros pueden hacer que el barco se tambalee de una manera totalmente innecesaria y justo en un momento en el que el equipo está de dulce deportivamente hablando. ¿Por qué? Pues porque toda esta historia va a tener consecuencias inmediatas si es que nadie lo remedia. De momento el cese de Torrecilla significa que no será él quien traiga los refuerzos de invierno a un Amaral (pobre Amaral) que los necesita como el comer si es que se pretende que el Efesé siga siendo competitivo en una segunda vuelta en la que todos los equipos van a ir con un machete entre los dientes a la búsqueda de un puesto de play off.

Después resulta que toda la red de espías (entrenadores, exjugadores etc…) que Torrecilla tenía a su servicio, y que tan buenos informes le estaban pasando para mayor gloria del FC Cartagena, se acaba de esfumar como si nunca hubiera existido dejando huérfano a nuestro equipo de batallón tan importante en esta guerra.

Pero siendo esto malo, no es lo peor. Viendo que el Presidente está pensando en el Oviedo y que el Director Deportivo está pensando en el Salamanca...¿Quién piensa en el Cartagena? Está claro que se abre la veda para que más gente (y me refiero a los jugadores), comience a plantearse su futuro de cara al año venidero y deje de tener la mente puesta donde la tiene que tener; que es en el Cartagena aquí y ahora. Y siendo mal pensados y suponiendo que sea verdad que Miguel Montes Torrecilla acaba en el Salamanca…¿Quién nos dice que antes de irse, no ha dejado apalabrados a algunos jugadores del Cartagena para llevárselos al equipo charro la próxima temporada recomendándoles que no renueven con el Efesé?

Por esto digo que se ha roto el compromiso, y por esto digo que “pobre Amaral”, porque la papeleta que tiene de aquí a final de temporada si no se arreglan las cosas es bastante complicada, aunque no dudo que contará con la colaboración de unos futbolistas que han demostrado ser también excelentes personas. Ayer en rueda de prensa les dio, con sus palabras, una lección de profesionalidad tanto al Presidente como al Director Deportivo y cada jornada que pasa la figura del tinerfeño crece ante mis ojos y tengo más claro que será el artífice del ascenso del Cartagena si es que este, ojalá, llega a producirse.

El fuego esta ahí, en la casa blanquinegra. Ha sido “provocado” pero también digo que puede extinguirse y quedar en mera anécdota si el Presidente quiere. Falta que quiera. Nadie es imprescindible siempre y cuando se le sustituya bien y tampoco dudo que los jugadores confiarán en quien les paga si este les manda un mensaje de tranquilidad y les promete no dejar tirado al Cartagena. Un mensaje del que también está necesitada la afición, vejada hasta la saciedad por unos y otros. Sólo falta saber si Paco Gómez quiere apagar ese fuego o seguir de pesca regalando los oidos de aficiones que no son la suya.