Sobre algunos veteranos...
Naturalmente, la entrevista tiene por objeto homenajear al entrevistado recordando lo mucho que se ha sacrificado por el Cartagena, las importantes gestas que logró en su día de blanquinegro (o intentó, mejor dicho) y lo muy profundamente identificado con los colores que se siente. Todo ello aderezado con un baño de nostalgia que casi le hace a uno lamentar que este hombre no pueda vestirse de corto y salir a jugar el domingo.
Pero claro, llega un momento en el que, como no podía ser de otro modo y por mucho que se quiera pasar de puntillas por el tema, se le pregunta: Usted es uno de tantos ex jugadores que no acuden al estadio. ¿Desde cuándo? y el otro responde que de desde 1988 no va al fútbol. ¿? Y claro, parece que ya la cosa rechina un poco. Es mítico, legendario y quiere mucho al Efesé, sí, pero no va al estadio desde hace la friolera de 19 años. Toma ahí. Ojo, hay que tener cuidado; lo mismo el hombre no se ha enterado de que en su día cambiaron el estadio de sitio y sigue presentándose en el Almarjal todos los domingos entre sorprendido y desorientado de ver allí un centro comercial. Pero no, me da a mí que no es eso porque dice que excepcionalmente acudió a tres partidos en el Cartagonova al hacerse amigo de no sé qué futbolistas (le ha faltado aclarar si le regalaron las entradas o las pagó, aunque me lo imagino...).
Luego le preguntan que cuándo se logrará el ascenso y el tío responde que cuando menos se espere. O sea que debemos entender que este año no se logrará ¿no?. Porque quien más quien menos, yendo terceros y después de lo del año pasado, tiene confianza en el ascenso. Pues no, aquí Miguelín nos dice que no. Y digo yo, Miguelín, ¿Qué sabrás tú? Si no has visto jugar a este equipo porque no vas al estadio, hombre, ¿Cómo vas a saber si Molist, Sabino, Lafuente y compañía serán o no capaces de ascender a este equipo? ¡Pero si no sabes como juegan! Tú dedícate a repartir décimos premiados y todo eso. De eso sí puedes dar lecciones, querido. Pero de fútbol (a menos que sea del paleolítico) mejor déjalo.
En fín, no es el único. El tema este de los veteranos y ex-jugadores que desaparecen del estadio, le dan la espalda al fútbol local (porque ya no son los más guapos y populares o vaya Vd. a saber...) y que luego aparecen al cabo de los siglos, dándose golpes de pecho y presumiendo de cartagenerismo es bastante habitual. Bueno, a veces aparecen ellos y otras los sacan del ostracismo a patadas... Digo que es bastante habitual porque, sin ir más lejos, ahí está el propio Pedro Arango, actual segundo entrenador del Cartagena. Si el otro era una leyenda este, para algunos, es el Cid Campeador. Un tío que, según él mismo contó, armó un follón porque un día se le ocurrió ir al estadio y el portero no le dejaba pasar gratis. Hay que ver...¿pero cómo se le ocurre al portero intentar cobrarle a esta eminencia? Y desde entonces tomó la decisión de no ir más al estadio. Para mí, como para muchos, pagarme mi abono del FC Cartagena es un derecho, no es una obligación. Pero se ve que para Perico no. Para Perico que un portero no le dejara pasar gratis un día al estadio (unido a su animadversión hacia determinada persona) fue motivo suficiente para mandar a freir espárragos al Cartagena casi de por vida (hasta que Balaguer lo enchufó otra vez, años después, claro).
Eso sí, el tío es intocable. Que nadie se atreva a criticar nada de esta prominencia porque entonces serás muy malo y no querrás al fútbol en Cartagena. Está Santa Teresa de Jesús y luego Perico Arango. Claro, como se pegaba esas carreras por la banda y jugó en el Valencia hay que canonizarle ¿No? Pues parece que sí.
Hace poco me lo crucé en un desplazamiento. Llevaba yo la camiseta esta que hicimos que decía "Yo del Efesé" por la parte delantera y la leyenda "Y tu? en la trasera. Pues el bueno de Pedro me miró de arriba abajo y me soltó textualmente "Yo sí que soy del Efesé, y mucho antes que tú nacieras". Le faltó añadir: "Y no me hace falta llevarlo en ninguna camiseta como tú...". Yo me quedé bastante sorprendido. No entendía a qué venía aquello y como soy educado me mordí la lengua y esbocé media sonrisa de circunstancias. La verdad es que tampoco tengo demasiados reflejos en esas situaciones. Pero ahora que viene al caso me gustaría decirle al bueno de Perico que tiene toda la razón. El es mucho más del Efesé que yo (por eso, como digo, lo mandó a tomar viento en su día). La única diferencia es que él siempre lo ha sido cobrando, y yo, como tantos aficionados, nunca hemos cobrado un duro del Cartagena y, es más, nos sentimos orgullosos de pagar nuestra entrada o nuestro abono cada temporada.
"¡Uy! lo que ha dicho Messalha... ha criticado a Arango y a Egea...". Pues sí ¿Y qué? Y los que me dejo en el tintero ¿Es que no se va a poder decir? ¿Es que encima de aguantar el hecho de que a esta gente se le haga la rosca día sí día también no se va a poder decir lo que uno piensa? Pues lo digo, y bien alto; me asquean los comportamientos de este tipo que demuestran que no se quiere lo más mínimo a este club. Me asquea el hecho de que algunos sigan chupando de él, y me asquea que encima haya que dorarles la píldora y aguantar lecciones de cartagenerismo. ¿Qué pasa? A ver si encima voy a tener que callarme y pedir perdón, hombre. Faltaría más.
No nos damos cuenta pero este tipo de cosas son las que hacen pequeño a nuestro club. De entrada, nos hace mucho daño que gente, que por su condición podía haber ayudado mucho, no lo haya hecho y haya terminado dándole la espalda. Pero siendo esto grave, más grave aún me parece que, pasado el tiempo, el entorno del Cartagena (aficionados, prensa, etc...) se permita el lujo y la poca dignidad, no ya de perdonarles y hacer como si nada hubiera pasado, sino de exaltarlos, homenajearlos y ponerlos como ejemplo. Eso nos hace más pequeños aún.
Eran muy buenos jugadores y nos dieron muchas tardes de gloria, sí. Pero llegado el momento se desentendieron del tema y despreciaron a este club. Y eso también hay que decirlo. Pues eso, que yo lo he dicho. Y ahora que me cuenten misa.
