Adiós al sueño
Dormimos felices por unas horas tras conocer la derrota del Córdoba. Parecía increíble que dependiéramos de nosotros después de todo lo que hemos pasado en las últimas jornadas pero el caprichoso destino nos daba una segunda oportunidad. Todo estaba en nuestra mano.
No ha podido ser. Un flojo Cartagena, según las crónicas, fue incapaz de doblegar al casi desahuciado Extremadura y ha mandado al garete, hace escasos minutos, toda la temporada (aunque en realidad el problema no sea de hoy, sino de bastante atrás). No valía el empate, había que ganar. Pero el Cartagena no sólo no ganó, sino que cayó derrotado en Almendralejo (2-1) y acabó jugando con diez futbolistas. Esto unido a la victoria del Portuense en Málaga, hace que el Cartagena quede matemáticamente sin opciones de meterse en liguilla. Así las cosas, y visto lo visto, está claro que no nos mereciamos estar en las eliminatorias de ascenso. Así de claro. No quiero pensar en las 10 horas de vuelta que les esperan a los 250 seguidores blanquinegros desplazados hoy a Almendralejo.
Tiempo habrá de buscar culpables; de preguntarse por el futuro. Muchos anuncian el final de un ciclo a pesar de las renovaciones. Ni siquiera sabemos si Paco Gómez seguirá al frente del club. Lo que es cierto es que esta forma de caer, es muy diferente a la del año pasado frente al Vecindario y debe tener consecuencias. Sobre todo en la forma de hacer las cosas y dirigir un Club que, a mi juicio, quedó herido de muerte con la crisis Torrecilla-Amaral-Paco Gómez. y anteriormente, con la no-renovación de Juan Ignacio Martínez Aquellas lluvias traen estos lodos sin desdeñar, claro está, los mil y un factores que influyen en esto del balompié y escapan a la responsabilidad de nadie. En fín, muchos no se imaginan lo que nos duele a muchas personas lo que significa todo esto. A los que sí lo sabéis, ánimo. El Cartagena no es ninguna persona. El Cartagena sois vosotros.