El Adiós de Maite

Atrás quedaron las salpicaduras de la guerra en el seno del Efesé, que terminaron con la prohibición de seguir viajando con el equipo y los rumores sobre su pertenencia a uno de los dos bandos que, supuestamente, se organizaron entre los propios empleados del Club. Quizás, y como bien apuntó Kiko en su blog, debió haber dimitido por coherencia en el momento en que se produjo el seísmo institucional que sacudió la casa blanquinegra en Enero con la marcha de Amaral y Torrecilla. Pero esto es sólo una opinión.
Sirvan pues estas líneas de cumplido reconocimiento a su labor y dedicación, así como para desearle un futuro profesional de lo más provechoso; esperemos que el Club, una vez que ha tomado la decisión de prescindir de sus servicios, sepa seguir estando a la altura en el aspecto de comunicación y prensa...