Así, a bote pronto, en esta nueva jornada aciaga para el cartagenerismo, me da por recordar la cifras que arrojó el estado de cuentas presentado en la pasada Asamblea del FC Cartagena. En ellas se hablaba de unos presupuestos que en los últimos cuatro años han alcanzado (la suma de todos ellos) aproximadamente los 10 millones de Euros (sin contar el dinero destinado a pagar deudas de otros ejercicios).

10 millones de Euros, damas y caballeros. Parémonos a pensarlo. Si divido entre cuatro me sale a una media de 2,5 millones de Euros por temporada (415 millones de pesetas...). Se trata de presupuestos muy altos con los que se está obligado a hacer mucho más de lo que se ha conseguido en estos cuatros años en los que tan sólo en uno se disputó el play off de ascenso a Segunda División. Admitamos que subir es difícil, pero con esas cifras el mínimo exigible es que el Cartagena esté entre los cuatro primeros siempre.

La gestión Gómez ha sido nefasta nos guste o no. Yo sé que hay muchos defensores de Gómez que temen su salida de Cartagena. Incluso a algunos que les hace gracia su forma de expresarse y decir lo que piensa (yo no se la veo). Pero llamemos a las cosas por su nombre; se trata de un hombre que, con semejantes cifras, ha sido incapaz no ya de ascenser al equipo, sino de clasificarlo para el play off. Ni siquiera hemos llegado a la última jornada con probabilidades. En el colmo del disparate, y además de semejante incompetencia, pretende que se le deba todo ese dinero que él mismo ha malgastado en caprichos como el cese millonario de entrenadores como Balaguer o Campillo, la creación del Promesas, o la contratación de Directores Deportivos en los que luego no se ha confiado. Eso, y otras muchísimas cosas le han hecho mucho daño al equipo durante las últimas temporadas.

Yo no sé qué va a pasar este mes de Agosto en el que hay elecciones a la Presidencia del FC Cartagena. Lo que sí sé es que muchas cosas tienen que cambiar para que de verdad optemos a algo importante. Gómez no puede continuar por estos derroteros. No puede seguir ejecutando presupuestos millonarios con la intención de que luego se le adeuden; no puede seguir dirigiendo el club con ese aire dictatorial ni seguir saliendo en la prensa a decir únicamente tonterías. Gómez lo tiene todo para lograr un FC Cartagena grande. Tiene ciudad, estadio, dinero, jugadores y una afición dispuesta a rendirse a sus pies. Pero no lo consigue porque le falta lo más importante; humildad e inteligencia. No es ya la gestión económica. Este año había mucha ilusión por ascender pero, seamos sinceros. ¿Si hubiéramos ascendido qué? ¿Alguien confiaba en una planificación deportiva y un proyecto serios de cara al año que viene en Segunda División? Más allá de forofismos, este es el momento (este y no otro) de hacernos todas estas preguntas y exigir soluciones. Se ha cerrado un ciclo en el que hay que hacer balance. Y debemos hacerlo todos.