Somos terceros a un punto del líder. Sólo se ha dejado escapar un punto del Estadio Municipal Cartagonova (ser fuertes en casa es clave para conseguir el objetivo) y los próximos partidos son una ocasión única para marcar diferencias, hacer disfrutar a un aficionado que será menos exigente (la ley del fútbol) frente a rivales como Córdoba o Sevilla, y despejar los comentarios negativos acerca del juego del equipo. Esta es la versión optimista.

La pesimista (la de Cartagena vamos) dice que ganamos los partidos con muchos problemas y con algo de suerte, que la defensa y el portero (ay el portero...) fallan más que una escopeta de feria y que se avecinan unos partidos de agárrate y no te menees en los que nos van a poner tibios.

Evidentemente, yo soy de los que quieren ver el vaso medio lleno (y no de veneno, como diría Woody Allen). Eso sí, a nadie puede escapar (el propio Amaral lo reconoce en la rueda de prensa), que hay cosas que corregir (muchas, añado yo). Pero como esas cosas negativas ya las dice todo el mundo, yo prefiero mencionar el resto.

Por ejemplo (recuerdo) que hoy se ha ganado. Y que aunque el Melilla ha podido empatar (incluso ponerse por delante con su tiro al larguero) lo cierto es que ha hincado la rodilla tras siete jornadas invicto. Hay que valorar al rival y a mí me ha gustado su orden defensivo (Carmona tenía dos tíos encima todo el partido, igual que Molist) y su descaro en la segunda mitad.

Por ejemplo que Carmona, por fín, ha sido titular en el estadio y que, pese a no ser su mejor día, tanto Teo como él, han conseguido que no se noten las ausencias de Sívori, Sabino o Marco.


Por supuesto que me ha gustado el comienzo arrollador del equipo, sus ganas de agradar, así como el apoyo de una afición generosa con el equipo pese a su derrota en Marbella, que no ha dudado en aplaudir y arropar a los suyos (pancartas incluidas) durante gran parte del partido.

Finalmente, no es que me haya gustado; me ha encantado el gran partido con el que nos ha obsequiado a todos Xavi Molist. El gerundense ha bregado todo el partido, desde el minuto 1 al 90, peleando como un auténtico jabato, recibiendo de espaldas, surtiendo de balones a sus compañeros, abriendo huecos y (lo que mejor sabe) marcando su séptimo gol y dedicándoselo a la afición (cómo nos enternecen este tipo de cosas a los más sentimentales). Bravo.

Aún así me dejo cosas en el tintero, como el buen nivel de la gente que ha salido desde el banquillo o el gran gol de Chito. Y todo ello en una jornada en la que ha habido tres bajas importantísimas y uno de esos trencillas torpes e incompentes que sacaba del partido a jugadores y espectadores con sus continuas meteduras de pata. Rivas ha pagado el pato, el pobre.

Para bien o para mal "Aleja Jacta Est". Los mencionados partidos que nos enfrentarán a Córdoba, Sevilla, Linares y Alcalá dictarán sentencia independientemente de las críticas o de los aplausos, y eso Amaral lo sabe. Si el 17 de diciembre (justo cuando nos vayamos de vacaciones) estamos en una situación como la actual, o parecida, todo irá bien. Si por el contrario nuestros rivales directos nos enseñan la cruda realidad que los más pesimistas pregonan, habrá consecuencias y, lo más importante, liga por delante para reaccionar.

Que no se moleste nadie pero la Rueda de Prensa de hoy ha sido bastante aburrida y llena de tópicos tanto por parte de un entrenador como por la del otro. Amaral habló de la importancia de la victoria, de la igualdad del grupo y de seguir trabajando para corregir errores. Pastelero habló de lo difícil que es ganarle al Cartagena y las limitaciones de su equipo. De todas formas no os preocupéis porque el próximo entrenador visitante es Manolo Jiménez. Ya veréis como entonces no os aburrís. De momento os dejo con la de hoy. Hasta mañana.