Puede que este blog sea muy modesto, no tenga un millón de visitas o algunos lo consideren mediocre y de poca importancia. Pero es mi blog.

Por lo tanto, y tras meditarlo mucho, la única forma de protestar que tengo (aunque sea simbólicamente) frente al atropello que supone cambiar el horario del partido con el Aguilas es no haciéndole el seguimiento a ese partido. Es decir, no tendréis comentario, ni fotos, ni ruedas de prensa del partido en cuestión y, por una vez en mucho tiempo, acudiré al estadio como un aficionado más; sin calentamientos de cabeza, llegando y yéndome a punto y hora, y sin tener que cargar con cámara de fotos, grabadora, etc...

Me hubiera dado igual que el horario se cambiara por criterios televisivos, incluso que se hubiera hecho simplemente porque desde el club se creyera que a partir de ahora las doce del medio día es la mejor hora para disputar nuestros encuentros. Pero nunca jamás porque coincida con otro deporte. Si queremos ser grandes algún día este no es el camino.