Perico Arango
El pasado martes mantuve una amistosa conversación con Pedro Arango a propósito de mis recientes (y agresivos) comentarios sobre él y Miguel Egea, y sobre los veteranos del Cartagena en general. El hombre estaba dolido, porque consideraba que no se merecía el trato que le dispensé en este espacio y porque entendía que se había faltado a la verdad.
Debo decir que Arango, en el trato personal, gana muchos enteros y que, para quien no lo conozca, hizo gala de una gran educación en todo momento; estaba, como digo, dolido pero en ningún momento enfadado conmigo o con los comentarios de los usuarios; al contrario, le parecía fenomenal que hubiera gente que se tomara tantas molestias por el Efesé y dijera lo que piensa sin miedo, pero consideraba que (yo) debería estar mejor informado.
Según quiso aclarar, jamás dejó de acudir al Cartagonova por tener que pagar la entrada ya que era abonado. Eso sí, nunca lo llevaba encima porque nunca se lo pedían...hasta que un día dieron orden de pedírselo. Quede claro pues que no fue una cuestión monetaria sino de otro tipo. En fín, yo siempre digo que el club debe estar por encima de las personas y en eso me mantengo. Ese era el espíritu del artículo y lo sigue siendo, por lo que sigo sin compartir su opinión.
Por lo demás, hablar con Perico Arango fue positivo; incluso me sentí un poco culpable de haber sido tan duro viendo su carácter afable y conciliador (también es verdad que yo estaba dolido por aquella frase que me dijo un día). Además me consta que los jugadores lo aprecian mucho. Lo que yo quisiera es que esto fuera una piña y todo el mundo volviera donde tiene que volver. Por eso quien me conozca sabrá que cuando critico estas cosas no busco ni ajusticiar, ni perjudicar a nadie, ni (mucho menos) dividir a los aficionados. Lo que busco es simplemente decir mi opinión y, si fuera posible, provocar algún tipo de reacción "La gente necesita ejemplos drásticos para salir de la apatía". Ojalá y me dejaran en ridículo todos los veteranos yendo los primeros al estadio este domingo, y ojalá que Guillermo Jiménez no tuviera que decir nunca más en sus entrevistas aquello de "Vd. es uno de tantos ex-jugadores que dejaron de ir al estadio..." Seguiremos intentándolo (aunque se monte más gorda...)
Por lo demás, hablar con Perico Arango fue positivo; incluso me sentí un poco culpable de haber sido tan duro viendo su carácter afable y conciliador (también es verdad que yo estaba dolido por aquella frase que me dijo un día). Además me consta que los jugadores lo aprecian mucho. Lo que yo quisiera es que esto fuera una piña y todo el mundo volviera donde tiene que volver. Por eso quien me conozca sabrá que cuando critico estas cosas no busco ni ajusticiar, ni perjudicar a nadie, ni (mucho menos) dividir a los aficionados. Lo que busco es simplemente decir mi opinión y, si fuera posible, provocar algún tipo de reacción "La gente necesita ejemplos drásticos para salir de la apatía". Ojalá y me dejaran en ridículo todos los veteranos yendo los primeros al estadio este domingo, y ojalá que Guillermo Jiménez no tuviera que decir nunca más en sus entrevistas aquello de "Vd. es uno de tantos ex-jugadores que dejaron de ir al estadio..." Seguiremos intentándolo (aunque se monte más gorda...)