"El Cartagena no subirá esta temporada"
Tranquilo todo el mundo; a pesar de la foto que veis, esta vez no voy a meterme con la supuesta afición de nuestro presidente a las artes ocultas. Al contrario, voy a hacer una confesión pública: Me han echado las cartas.
No obstante, he de decir que yo no creo en estas cosas y si accedí fue por pura curiosidad... En fín, que tras un rato allí revelándome importantes sucesos que acontecerían en mi vida y todo eso llegó el momento de preguntarle a la medium (era mujer, lo que pasa es que la foto del tío del turbante me parecía más tenebrosa) lo que verdaderamente me había perturbado desde que había llegado allí; ese motivo oculto en mi subconsciente que me había impulsado a prestarme a semejante disparate. Así que ni corto ni perezoso cojo y pregunto como el que no quiere la cosa: "¿Oye, y no podrías decirme si el Cartagena va a subir este año?"
La mujer me mira fijamente, baraja las cartas y las pone sobre la mesa. Vuelve a mirarme y me dice:
"En Cartagena hay una maldición que dura ya muchos años por lo que veo". Yo esbozo media sonrisa y le contesto (bromeando) que eso ya lo sabía yo, pues que de otro modo no se explicarían todas las desgracias que acumula nuestro equipo desde hace ya tanto tiempo; y que, por lo tanto, no hacían falta poderes sobrenaturales para adivinarlo. No pareció hacerle mucha gracia este comentario. Continuó:
No obstante, he de decir que yo no creo en estas cosas y si accedí fue por pura curiosidad... En fín, que tras un rato allí revelándome importantes sucesos que acontecerían en mi vida y todo eso llegó el momento de preguntarle a la medium (era mujer, lo que pasa es que la foto del tío del turbante me parecía más tenebrosa) lo que verdaderamente me había perturbado desde que había llegado allí; ese motivo oculto en mi subconsciente que me había impulsado a prestarme a semejante disparate. Así que ni corto ni perezoso cojo y pregunto como el que no quiere la cosa: "¿Oye, y no podrías decirme si el Cartagena va a subir este año?"
La mujer me mira fijamente, baraja las cartas y las pone sobre la mesa. Vuelve a mirarme y me dice:
"En Cartagena hay una maldición que dura ya muchos años por lo que veo". Yo esbozo media sonrisa y le contesto (bromeando) que eso ya lo sabía yo, pues que de otro modo no se explicarían todas las desgracias que acumula nuestro equipo desde hace ya tanto tiempo; y que, por lo tanto, no hacían falta poderes sobrenaturales para adivinarlo. No pareció hacerle mucha gracia este comentario. Continuó:
"Veo también que hay gente trabajando para romper esa maldición, sin embargo el Cartagena no subirá este año". ¿Ein? No me jodas ¿Que no vamos a subir? ¿Y pa eso tantos sacrificios?
"Espera, veo algo más; no sube este año pero sube el que viene. Este no es el año del Cartagena". "Ummm ¡Sapristi...!"
Aunque uno no crea en estas cosas, me marché algo apesadumbrado pensando "¿será verdad lo que dice esta tía? La verdad es que sí que parece que nos haya mirado un tuerto o nos hayan echado mal de ojo pero...otro año sin subir...y dice que el año que viene sí...Bah, ni caso". Y no volví a pensar en ello más...
...no volví a pensar en ello más, claro está, hasta el día después de nuestra eliminación contra el Vecindario. Porque resulta, amigos míos, que esta historia (religiosamente cierta) tuvo lugar a finales de mayo de este año, pocos días antes de marcharme a Canarias (de hecho recuerdo que ya tenía sacados los billetes de avión) para acompañar a nuestro querido equipo en su partido de ida de la eliminatoria de ascenso a Segunda División A. Aún éramos favoritos...
"Y recuerden, todo esto es fruto de su imaginación y cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia" Ale, ya pueden comenzar las risas