Más Acuses de Recibo
Me he dado cuenta de que la publicación y contestación por mi parte de algunos (los que merezcan la pena) comentarios y preguntas de los lectores, da algún juego que otro en el blog y puede llegar a ser popular. Además es interesante, y sirve para clarificar muchas cosas. El tono prepotente y amargado con el que contesto es a drede, aunque confieso que no tengo que esforzarme mucho en simularlo. Empezamos:
(Anónimo refiriéndose a las ratas que perjudican al club)
Ya que tanto sabes, deberias de dar nombres. Si no,actuas como ellos y eres lo mismo que ellos. Otra cosa,hablar de fallos de un jugador sin ver el partido es tirarse a la piscina sin agua. No critiques sin saber y creo que deberias de dar los nombres de las ratas(como tu les llamas), porque asi podriamos saber quienes son y poder decirles algo.
Publicado 1/28/2007 12:13:52 AM
Querido amigo;
En primer lugar déjeme recomendarle que se tome las cosas con algo más de calma y, de paso, mejore sus modales. Le dispenso porque sé que esto del balompié transforma a las personas una cosa mala y hasta los, en principio, más apacibles, serenos y formados ciudadanos suelen perder las formas llegado el caso, cuando de cuestiones referentes a este deporte se trata. Creáme que esto del fútbol no merece que se coja Vd. un día una angina de pecho. Pero vayamos por partes.
Me sorprende que comience Vd. su carta diciendo "Ya que tanto sabes..." porque yo, en realidad, no sé gran cosa de nada (aunque sí un poco de todo como dijo una vez Vincent Price en la aclamada película Laura). Lo que sé (y lo que no) es simplemente producto de pensar e investigar un poco; algo que puede hacer cualquiera, incluso Vd. Le recomiendo encarecidamente que lo ponga en práctica antes de escribir en ese tono tan desagradable hacia mi persona. Me concede Vd. más importancia de la que tengo.
Deberias de dar nombres. Si no,actuas como ellos y eres lo mismo que ellos. ¿Ve lo que le digo? ¿No le parece un poco fuerte esta última afirmación suya? O sea que para Vd. soy lo mismo que las ratas que tanto critico y se alimentan del club. ¡Me pone a la misma altura! Opiniones como la suya le hacen plantearse a uno abandonar esta sana afición, cerrar el blog y dedicarse a la meditación. Pero ya le adelanto que no lo logrará. En fín, comprenderá que le diga que, tras semejante ignominia, se me quitan las ganas de seguir leyendo su carta, y, por supuesto, de perder el tiempo contestándola. Pero me ha pillado de buenas y tengo curiosidad por saber si volverá a escribirme para pedirme disculpas o me mandará directamente a la mierda. Por si no ha quedado claro aún le repito que yo no sé los nombres de las ratas y aunque los supiera, acusarme de ser una de ellas, simplemente por el hecho de no denunciarlos, sobrepasa los límites de lo razonable. Ya debe Vd. saber que yo soy un simple aficionado, no cobro un duro de nadie y esa obligación hay que cargarla en el debe de otros. El hablar tanto de ellas (de las ratas) y ser tan pesado con el tema (y lo que te rondaré morena...) obedece precisamente a mi intención de que el mismo no caiga en el olvido y algunos aficionados amplien sus miras y comiencen a hacerse preguntas. Lamento que no sea suficiente para Vd. pero creo que eso es mejor, teniendo en cuenta (repito) que soy un vulgar aficionado, que sentarse en la grada a comer pipas e insultar a nuestros jugadores cuando fallan una ocasión clamorosa. ¿No cree?
Otra cosa,hablar de fallos de un jugador sin ver el partido es tirarse a la piscina sin agua. No critiques sin saber. Me sorprende que le moleste de ese modo una crítica desacertada hacia un jugador porque no recuerdo que me escribiera Vd. agradecido ninguna de las muchas veces que les he lanzado piropos y he dicho lo buenos que son. En esos casos parece no molestarle que "me tire a la piscina" e incluso pueda llegar a equivocarme aunque no haya visto el partido. De hecho ¿No será que les lanzo tantas alabanzas que cuando hay una sóla crítica descolla demasiado? Medítelo. Quizá si me dijera a qué crítica tan desafortunada por mi parte (todos podemos equivocarnos) se refiere podriamos concretar algo más, pero le advierto que no conseguirá enemistarme con ninguno de ellos. Simplemente creo que son lo mejor que le está pasando a este club. Por eso, seguramente, verá Vd. una pancarta de apoyo para ellos esta tarde.
Atentamente,
Messalha
Me sorprende que comience Vd. su carta diciendo "Ya que tanto sabes..." porque yo, en realidad, no sé gran cosa de nada (aunque sí un poco de todo como dijo una vez Vincent Price en la aclamada película Laura). Lo que sé (y lo que no) es simplemente producto de pensar e investigar un poco; algo que puede hacer cualquiera, incluso Vd. Le recomiendo encarecidamente que lo ponga en práctica antes de escribir en ese tono tan desagradable hacia mi persona. Me concede Vd. más importancia de la que tengo.
Deberias de dar nombres. Si no,actuas como ellos y eres lo mismo que ellos. ¿Ve lo que le digo? ¿No le parece un poco fuerte esta última afirmación suya? O sea que para Vd. soy lo mismo que las ratas que tanto critico y se alimentan del club. ¡Me pone a la misma altura! Opiniones como la suya le hacen plantearse a uno abandonar esta sana afición, cerrar el blog y dedicarse a la meditación. Pero ya le adelanto que no lo logrará. En fín, comprenderá que le diga que, tras semejante ignominia, se me quitan las ganas de seguir leyendo su carta, y, por supuesto, de perder el tiempo contestándola. Pero me ha pillado de buenas y tengo curiosidad por saber si volverá a escribirme para pedirme disculpas o me mandará directamente a la mierda. Por si no ha quedado claro aún le repito que yo no sé los nombres de las ratas y aunque los supiera, acusarme de ser una de ellas, simplemente por el hecho de no denunciarlos, sobrepasa los límites de lo razonable. Ya debe Vd. saber que yo soy un simple aficionado, no cobro un duro de nadie y esa obligación hay que cargarla en el debe de otros. El hablar tanto de ellas (de las ratas) y ser tan pesado con el tema (y lo que te rondaré morena...) obedece precisamente a mi intención de que el mismo no caiga en el olvido y algunos aficionados amplien sus miras y comiencen a hacerse preguntas. Lamento que no sea suficiente para Vd. pero creo que eso es mejor, teniendo en cuenta (repito) que soy un vulgar aficionado, que sentarse en la grada a comer pipas e insultar a nuestros jugadores cuando fallan una ocasión clamorosa. ¿No cree?
Otra cosa,hablar de fallos de un jugador sin ver el partido es tirarse a la piscina sin agua. No critiques sin saber. Me sorprende que le moleste de ese modo una crítica desacertada hacia un jugador porque no recuerdo que me escribiera Vd. agradecido ninguna de las muchas veces que les he lanzado piropos y he dicho lo buenos que son. En esos casos parece no molestarle que "me tire a la piscina" e incluso pueda llegar a equivocarme aunque no haya visto el partido. De hecho ¿No será que les lanzo tantas alabanzas que cuando hay una sóla crítica descolla demasiado? Medítelo. Quizá si me dijera a qué crítica tan desafortunada por mi parte (todos podemos equivocarnos) se refiere podriamos concretar algo más, pero le advierto que no conseguirá enemistarme con ninguno de ellos. Simplemente creo que son lo mejor que le está pasando a este club. Por eso, seguramente, verá Vd. una pancarta de apoyo para ellos esta tarde.
Atentamente,
Messalha
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Messalha.
Mi nombre es Miguel, (firmé anónimo por no perder un minuto en registrarme) y me parecen muy lógicas tus aclaraciones. A mi me queda una duda, y es la de las verdaderas intenciones de Torrecilla. En una película policiaca todo le llevaría a ser sospechoso, me explico, como todo el mundo sabe, Torrecilla se iba al Salamanca de todas formas, mas tarde o mas temprano. No te parece sospechoso a ti que intentara fichar a Abel a toda costa? Un futbolista con riesgo de lesión, apartado en el Salamanca por problemas con el entrenador y con contrato allí...a cualquiera le haría pensar que le estaba haciendo un favor al Salamanca aprovechandose del Cartagena..me parecería muy fuerte y cuesta creerlo pero se podría pensar...Yo no sé si la influencia del cuerpo médico del Cartagena es tan grande en el club como para hacer dimitir al cuerpo técnico pero creo que Torrecilla y Amaral podían haber hecho algo mas por quedarse y no ser tan ligeros en su decisión.Cuando dije "oficinas del club" me refería al club en general, quizá no me expresé bien, y por supuesto que la señorita Cristina, Alcoy y demás empleados están allí haciendo un buen trabajo y dando la cara al público.Yo en mi trabajo miro por mi empresa, porque si a mi empresa le va bien, a mi me irá bién, y ganaré mas dinero y tendré mi puesto asegurado. Si hay alguien dentro del F.C. Cartagena que antepone sus intereses personales a los del club, pues que venga "el jefe" e intervenga. Un saludo.
Publicado 1/28/2007 12:50:15 AM en contestación a esta otra carta.
Amigo Miguel (imagino que no se apellidará Montes Torrecilla...):
Su carta es un soplo de aire fresco tanto por las dudas (razonables) que plantea como por el modo (mesurado y respetuoso) de hacerlo. En verdad será un placer para mí responder a dichas dudas e incluso resolver las que buenamente pueda.
Dice Vd. que le parece "sospechoso" el comportamiento de Torrecilla queriendo traer a toda costa a Abel al Cartagena y me pregunta si no me lo parece a mí. En efecto, en un primer momento, yo pensé igual que Vd. basándome en la futura marcha de Torrecilla al Salamanca y en el pasado conflictivo del jugador. Así que no le reprocho que piense de esa forma. Pero fíjese que justamente ahí radica la gran habilidad de quien le tendió la trampa al ex-director deportivo del Cartagena y provocó el cataclismo institucional que tanto daño nos ha hecho. Hizo que todos los indicios lo señalaran a él, que pareciera que tenía "demasiado interés" en traer al jugador y que apareciera como culpable a los ojos de la opinión pública pero, sobre todo, a los ojos del Presidente.
Vealo de esta forma. Supongamos por un momento (es una hipótesis) que es cierto que se apellida Vd. Montes Torrecilla y trabaja para el Cartagena. O mejor, dejémonos de nombres, supongamos que es Vd. director deportivo de un club de fútbol cualquiera. Está contento en ese club (excepto por algunas personas que no paran de joderle y le tienen hasta los mismísimos) pero recibe la llamada de un equipo de superior categoría, que le paga más, y para colmo se trata del equipo de su tierra. Lo habla con la familia y, lógicamente, decide dar el salto y mejorar en su vida profesional. Seamos sinceros, todos hariamos lo mismo.
Ahora viene lo bueno. Vd se lo comunica a su Presidente y este, que es muy temperamental, se cabrea. Le aclara, eso sí, que quiere quedar bien y cerrar los fichajes de invierno. Uno de esos fichajes, aprovechando los contactos con el club que lo va a fichar a Vd., es un jugador que por circunstancias está apartado del equipo pero se encuentra perfecto físicamente. Entonces los enemigos que tiene Vd. ahí dentro ponen en marcha la maquinaria y alimentan el cabreo del Presidente. Le dicen que no sólo lo ha traicionado Vd. yéndose a otro equipo, sino que encima quiere colarle un jugador conflictivo para beneficiar a su futuro club.
A Vd., lógicamente, se lo llevan los demonios. Está harto de esa gente que, como digo, le lleva jodiendo desde que llegó. Lo habla con su entrenador (al que Vd. mismo trajo) que le da todo su apoyo y, finalmente, decide plantarle cara a las ratas, por lo que a pesar de todo lo anterior y que el Presidente no está muy de acuerdo, se trae Vd. al jugador para que comience a entrenar con sus compañeros. Esa cabezonería en traerse al jugador y plantarle cara a las ratas es la que termina enterrándolo a Vd. porque es justamente la que hace que parezca que tiene un "interes especial" en que el jugador llegue al Cartagena a toda costa. Vd. lo hace por una cuestión de orgullo, quiere traerlo porque sabe que lleva razón y es un buen fichaje pero la sensación que da es que está Vd. demasiado interesado, como si fuera a sacar algo a cambio (beneficiar a su futuro club).
Una vez en Cartagena el fichaje (y tras entrenar perfectamente durante cinco días), sus enemigos le asestan el golpe definitivo porque se sacan de la manga un informe (que contradice todos los informes médicos del mundo), que afirma que el jugador viene "defectuoso", con gran riesgo de lesión. Es decir ¡¡No sólo quería Vd. colar un jugador conflictivo, sino a un cojo!! El Presidente ya no tiene dudas y la opinión pública tampoco. Es Vd. culpable y debe ser quemado en la hoguera. Aún así, su entrenador decide echarle un cable porque sabe que lleva Vd. razón y en un gesto que le honra, le propone al Presidente avalar con su sueldo los honorarios del jugador si es que este se lesiona realmente. Pero para entonces las ratas han hecho ya bien su trabajo y el Presidente no atiende a razones.
Vd. dimite y su entrenador y hombre de confianza, viendo que tampoco pinta una mierda en el club, por dignidad, también se va cuatro día después. Las ratas han triunfado. Se han cobrado dos cadáveres más un tercero (daños colaterales): el de un jugador que no tenía culpa ninguna, estaba bien para jugar y se ha tenido que buscar la vida donde buenamente ha podido.
¿A que ya lo ve Vd. desde otro punto de vista pese a no apellidarse Montes Torrecilla? En efecto parece una novela policiaca, como bien dice. Tanto se asemeja que, como cualquier buena novela de este género, tiene un final inesperado y los que en un principio parecen culpables del asesinato, resulta que al final no lo son. Curioso, ¿verdad?
Creo que Torrecilla y Amaral podían haber hecho algo mas por quedarse y no ser tan ligeros en su decisión. Bien, ese es otro debate sobre el cual cada uno tendrá su opinión. No sabemos hasta qué grado era insoportable para ellos desarrollar su trabajo visto lo visto. Cada persona es un mundo y tampoco creo que esté bien reprocharles nada al respecto. Es probable que yo hubiera hecho lo mismo. Sí diré que, al menos, deberían haber dado una explicación a los aficionados antes de irse aunque, por otro lado, se me ocurren varias razones por las que, seguramente, no lo hicieron.
Si hay alguien dentro del F.C. Cartagena que antepone sus intereses personales a los del club, pues que venga "el jefe" e intervenga. Vuelve Vd. a dar de nuevo en el clavo porque esa justamente es la responsabilidad que tiene "el jefe" en todo esto. No dejarse engañar e intervenir. Ni más ni menos. Ahora, sin embargo, tiene una responsabilidad más; la responsabilidad de darnos explicaciones a todos.
Como ve, la cosa no es tan sencilla porque son muchos los interesados en empozoñar y que no se sepa la verdad. Los cartageneros, al menos los que queremos a este club, deben (debemos) intentar ver más allá y tratar de involucrarnos un poco más porque de lo contrario no van a parar nunca de mearnos en la cara y reirse de nosotros. Lo peor es que la mayoría de los que lo hacen son también cartageneros y eso confunde mucho al personal que tiende a creer que lo malo es lo de fuera. De eso se aprovechan. Espero que le haya servido de algo mi contestación y le animo a seguir interviniendo en este modesto blog al que algunos se empeñan en dar más importancia de la que realmente tiene.
Un afectuoso saludo.
Messalha