15 años de Badajoz
Cada 28 de junio no puedo evitar acordarme. Tenía 14 añitos y convencí a mi padre para que me llevara a Badajoz en uno de los autobuses que salían desde Los Héroes de Cavite. Antes, un heladito de rigor en la Heladería Italiana de la Calle Mayor. Como no hay muchas noticias...espero que no os moleste que siga tirando de remembers extraidos de foros y demás.
Yo estuve aquel día con mi padre. Tenía 14 años y, creo que como a todos, también me marcó aquel partido. Lo recuerdo todo, la salida en autobús (el mío era el F y creo que había hasta la letra M) desde héroes de Cavite minutos después de que el Atlético ganara al Madrid la final de la Copa, el laaaaaaaargo viaje hasta tierras extremeñas, el "cariñoso" recibimiento de los pacenses sobre las doce de la mañana... Recuerdo que nos mandaron a la sede del club o algo así a sacar las entradas a la desproporcionada cifra de 5.000 ptas. Fuimos todos en grupo aguantando improperios de un grupo de aficionados del Badajoz que nos dijeron de todo.
Curiosamente hubo uno que iba conduciendo al tiempo que nos insultaba. Tan pendiente estaba de decirnos sandeces que descuidó la carretera y se dió un golpe con el de delante ante el regocijo de todos nosotros...¿Os acordais? Luego vino la encerrona propiamente dicha. Estábamos en un auténtico estercolero, una olla a presión (se metieron 12.000 personas donde sólo cabían 7.000) padeciendo y sufriendo las agresiones verbales y físicas (en forma de pedruscos lanzados desde fuera del campo). Todo ello con un intenso calor insoportable para nuestro cuerpo hecho al mediterráneo. Todo aquello condicionó no sólo a nuestros aficionados, sino también a los jugadores, que salieron con temblores en las piernas. Claro que una vez que conseguimos la igualada (tras un tempranero gol del Badajoz) a la salida de un corner obra de Cordero, y por fín nos habiamos asentado en el campo, vino la por siempre sospechosa actuación de Raudona. Así vino el segundo, el tercero, el cuarto...y ahí me fuí yo obligado por mi padre que tenía miedo a que nos agredieran. En menudo embolado lo metí, creo que aún no me ha perdonado...
A la salida, en los aledaños del Vivero, tumbados junto a los autobuses y con el partido aún jugándose, tengo grabada en la retina la imagen de varios chavales de la peña el Cortijo (para mí eran muy mayores...hasta tenían novia y todo...) llorando a lágrima viva consolados por sus respectivas consortes. Nos volvimos escoltados por la policía hasta Mérida por un itinerario sorpresa. Tímidos conatos de agresión pero nada más. Los aficionados del Badajoz estaban más pendientes de celebrar el ascenso a Segunda División A que de nosotros.
Para colmo, a la llegada a Cartagena nos enteramos de que un turismo de aficionados del Cartagena, había tenido un accidente a la vuelta causando la muerte de uno o dos de sus pasajeros. Juré que jamás volvería a aquella ciudad. Con posterioridad he tenido la oportunidad de hablar con gente de Badajoz que estuvo en aquel partido. Curiosamente uno de ellos era compañero mío en la Universidad. Todos coinciden en que aquel partido fue una encerrona a la que contribuyó enormemente la versión que circuló durante toda la semana por su ciudad, que aseguraba, interesada y exageradamente, que los cartageneros habiamos poco menos que linchado a la afición pacense en el partido de ida.
Con este ya van 15 años y lo único cierto es que seguimos en esta maldita categoría mientras que otros, al menos, se dan un garbeo por la élite del fútbol nacional de vez en cuando.