Anonadado estoy por la noticia. Me da igual que no tenga que ver con el Efesé o que me tildeis de homófobo pero yo necesito desahogarme en algún sitio. Uno de los ciclistas que fue ídolo de mi juventud, Robert Millar, resulta que se ha hecho un cambio de sexo y ahora es una tía. No puedo creerlo; a punto ha estado este hombre (o mujer) de crearme un trauma al enterarme de la noticia. Joder, de pequeño jugaba a las carreras de chapas y creo que incluso le puse su nombre a una. Que se dopen vale, pero que se quiten el pito me parece ya del todo intolerable.

Ahora en serio, parece que el escocés este ahora se llama Philippa York (Felipa para los amigos), y luce un generoso pecho con el que tiene encandilada a su esposa (sí, está casado con una mujer). Ambos viven un retiro dorado en la población de Dorset, y disfrutan de su amor ignorando las habladurías de la gente. Por mí que sean muy felices, pero cuando miro la foto de la derecha y pienso que este tío estuvo a punto de joderle una Vuelta a España a Perico me pongo de los nervios. No lo puedo evitar...