Bueno, pues ya estamos en casa con el lógico cabreo de haber visto como el Cartagena ha sido incapaz de doblegar al Baza pese a habérsele puesto todo de cara cuando en el minuto 3 de partido,
Marco hacía el primero para los blanquinegros (y el tercero de su cuenta particular en liga). En ese momento, nada hacía presagiar lo que vendría después; dos goles del Baza sacando los colores a una nerviosa y desajustada defensa (y portero) blanquinegra y un recital del mismo color (en la segunda mitad) producto del cual llegó el empate obra de
Sabino, justo cuando
Felix Campo invocaba el espíritu de
Santi Lampón en la portería del Gol Norte de nuestro querido estadio.
Yo, de verdad, tengo cierto disgusto. Y lo tengo en primer lugar porque el equipo lleva 2 puntos de 9 posibles. En segundo lugar porque se encajan demasiados goles y la defensa me ofrece serias dudas; y en tercer y último lugar, porque el Cartagena está demostrando que no sabe rentabilizar sus goles y pierde con facilidad la ventaja adquirida incluso (y esta es la novedad) en los partidos de casa. Vamos que si el próximo sábado nos ponemos 0-1 en Mérida, a ver quién es el guapo que pone la mano en el fuego por la victoria. Con todo y con eso, lo que más me preocupa es que el equipo inspire cada vez menos confianza y que la cosa esta de los goles encajados vaya a más llegando a convertirse en una comedura de coco grave y perjudicial para nuestros intereses. Espero no tener que seguir echando de menos la rapidez de
Orlando y que el bueno de
Roberto vaya afianzándose en el puesto.
Hoy el Baza se ha encontrado a un Cartagena que desde el inicio ha salido a jugar como él sabe; al ataque. Tanto es así que tras un centro de
Molist al poco de comenzar el encuentro, era
Sívori quien llegaba en el segundo palo de cabeza dejando el balón franco para que
Marco remachara el primero de la tarde a las mallas desde el area pequeña. Sin embargo, y cuando todos creíamos que la tarde transcurriría plácida y que el Cartagena despejaría de un plumazo todas las dudas surgidas estas dos últimas semanas con una nueva goleada, el Baza (que también juega, y muy bien por cierto), lejos de amilanarse, ha sabido aprovechar la endeblez del centro de la zaga blanquinegra y sus problemas a balón parado, para marcar sendos goles que ponían a los bastetanos por delante en el electrónico antes del descanso.
En la reanudación,
Amaral resolvió lanzarse al ataque para lo cual dejó tan sólo tres hombres en la línea de cobertura (
Cabrejo, Lusarreta y Rivas) sustituyendo a un desafortunado
Roberto Rodríguez (por
Chito) y a un voluntarioso (pero poco efectivo)
Lafuente (por
Sabino). Poco a poco, y pese a que no se jugó por bandas todo lo que se debería, el Baza fue cediendo terreno y las ocasiones fueron llegando. Sin embargo, como ya había hecho en la primera mitad tras un excepcional trallazo de Cabrejo (el mejor hoy atrás), el guardameta del CD Baza, se erigió en el protagonista del encuentro deteniendo una y otra vez los lanzamientos lejanos (y a bocajarro) de hombres como Sabino o el propio Molist. El Cartagena siguió pisando el acelerador y echando toda la carne en el asador consciente de que una derrota en casa encendería todas las luces de alarma en la casa blanquinegra. A todo esto salió
Carmona por
Sívori, y el joven jugador procedente del Valladolid, dejó detalles de la gran calidad que atesora pese a no encontrarse aún en forma (muchos lo reivindican, y con razón, en la titularidad del equipo). Y por fín llegó el merecido empate por medio de Sabino, que tras controlar con el pecho un pase perpendicular de Cabrejo (y sin dejarla caer) batía de excepcional volea al inconmensurable guardameta bastetano por toda la escuadra. Curiosamente metimos la más difícil... Corría el minuto 85 y aún había tiempo para soñar con la remontada.
Mas no fue así. El Cartagena, pese a intentarlo, no pudo perforar de nuevo la portería maldita y los puntos hubieron de repartirse entre los de casa y un Baza que dejó muy buen sabor de boca por su orden, su templanza, la valentía de su técnico, y por la educación y saber estar de sus aficionados. Algo, esto último de lo que, desgraciamente, no habrán de presumir los descerebrados del Fondo Norte (Komandos Aladrokes creo que se llaman) de nuestro estadio, que siguen obstinados en empequeñecer a nuestra ciudad a costa del insulto, la mala educación, el mal gusto y algún que otro litro de alcohol (que por cierto debieron compartir con el trío arbitral en algún momento y yo no me enteré...)
Rueda de prensa
Tras la conclusión del partido decidí bajar a la rueda de prensa para poder ofreceros íntegras, las declaraciones de
Oscar Cano y
David Amaral. Podeis escucharlas en los siguientes enlaces pulsando "play":
Oscar Cano y David Amaral
He de decir sobre el joven técnico bastetano, que su discurso me pareció del todo coherente y que su humildad y dedicación (confesó haber visto en dvd todos los partidos del Cartagena) bien puede valerle un prometedor futuro profesional. De sus declaraciones subrayaría su comentario (por sincero y por carente de maldad) de que el Cartagena tenía problemas en defensa y en la portería (aseveración con la que estoy completamente de acuerdo y que debe invitarnos a todos a la reflexión) y su propósito era aprovecharlo.
Sobre Amaral...su discurso, como habréis escuchado, fue más bien insustancial y plagado de tópicos. Ni siquiera cuando
Pedro Caparrós (bravo por él) le lanzó alguna con efecto (sobre los goles encajados o la escasez de minutos para Carmona) aportó nada novedoso el técnico tinerfeño. Al menos reconoció lo evidente; que la defensa anduvo nerviosa y descoordinada. Habrá que trabajar.
Recuerdo que el sábado jugamos en Mérida frente a la Unión Deportiva, que de ganarnos se situaría un punto por encima en la clasificación (tras los resultados de hoy, el Cartagena es tercero a 3 puntos del líder Marbella) y entonces sí, encendería todas las alarmas de nuestro club. Después se recibirá a un Villanovense que hoy ha encajado seis chicharros en Villanueva de Córdoba. Se demuestra que tampoco pedimos tanto...